En la etapa escolar el progreso académico satisfactorio coloca a los escolares en una posición social ventajosa con respecto al grupo de coetáneos.Los estudiantes que obtienen buenas calificaciones y aprenden de manera más rápida reciben muchos comentarios positivos y alagadores por parte de maestros, familiares y compañeros de clase. Una situación totalmente diferente la experimentan aquellos alumnos que tienen dificultades para aprender a leer, escribir y/o calcular desde los primeros grados. En muchas ocasiones estos estudiantes con bajo rendimiento académico reciben burlas , no son aceptados en su grupo, están bajo la presión del resto de sus colegas cuando tienen que participar en la clase, son criticados por sus familiares por los bajos grados que obtienen en las evaluaciones, no son comprendidos por algunos maestros que los tildan de desinteresados y apáticos para aprender, etc.
Todos los educadores tenemos la responsabilidad de observar y supervisar el desarrollo del proceso de aprendizaje de nuestros alumnos desde los primeros grados de la enseñanza. La constante evaluación del proceso de aprendizaje, ya sea de manera oral, escrita, participativa, a través de la ejecución y defensa de proyectos, evaluaciones informales, exámenes semanales, trimestrales y/o semestrales, etc., es la vía más recomendada para determinar la efectividad de las metodologías didácticas y las estrategias de intervención educativa utilizadas. Es sabido por todos los profesionales de la educación que el aprendizaje de cada niño transcurre de una manera diferente, bajo la influencia de diversos factores, de tipo biológico, ambiental, social, comunitario, emocional, etc. La enseñanza y la educación son áreas que han tomado un carácter individual y diferenciado desde hace algunos años, y que necesitan cada vez más de un estudio pormenorizado de la realidad del alumno para brindarle un servicio educativo acorde a sus características y necesidades.
Es muy importante realizar un trabajo educativo diferencial en casos donde el escolar presenta dificultades en el proceso de la adquisición de la lectura, la escritura y/o el cálculo. Enumero algunos aspectos de mucha importancia en mi opinión a tener en cuenta por familiares, maestros, tutores y terapistas:
1-Consultar al Oftalmologo (especialista de la visión) y al Audiologo (especialista de la audición) para descartar la presencia de trastornos visuales y/o auditivos que entorpezcan el desarrollo del proceso de aprendizaje.
2-Revisar con el Pediatra la evolución del niño durante los diferentes períodos del desarrollo, desde la lactancia hasta la fecha actual.
3-Solicitar una evaluación del desarrollo del habla y el lenguaje para conocer el estado de las funciones del lenguaje y el desarrollo de los procesos fonéticos-fonológicos, tan importantes en el desarrollo del aprendizaje de la lectura. Además, para descartar que el niño sufra de trastornos del habla y/o el lenguaje.
4-Entrevistar a la familia para recopilar información sobre el desarrollo del escolar, conocer cuáles son las actividades que más le gustan hacer, sus motivaciones e intereses. Es muy importante en la entrevista con la familia explorar cómo ha sido la estimulación psicológica brindada por el medio socio-familiar y cómo ha respondido el niño a dicha estimulación. Se deben descartar situaciones de infraestimulación cultural y/o cognitiva.
5-Determinar a través de un programa de monitoreo a corto plazo si las estrategias de intervención para impulsar el desarrollo del aprendizaje son efectivas, de no ser así se debe buscar la ayuda de otros especialistas a fin de iniciar un período de evalución diagnóstica que posibilite arribar a coclusiones diagnósticas que clarifiquen la situación del escolar ante el proceso de aprendizaje y marque una guía a seguir por familiares y maestros que participan en la educación del estudiante en cuestión.
6-Movilizar y activar todos los programas de estimulación y/o detección temprana para favorecer el desarrollo de las funciones psíquicas que intervienen en el aprendizaje de la lectura, la escritura y/o el cálculo.
La aplicación de estas u otras medidas proactivas permiten establecer un enfoque diferencial en relación a la situación concreta y actual del escolar. Se deben despejar variables que puedan entorpecer la elaboración de un plan educativo eficiente basado en las reales potencialidades y necesidades de los alumnos.
(Continuará….)
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Es tan importantecada texto que compartes… Gracias por este espacio que haces con tanto esmero y amor!
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Muy buenas medidas a tener en cuenta para conocer la situación real de cada estudiante y actuar en consecuencia y así poder ayudar verdaderamente a cada uno.
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