Muchos padres y familias se preguntan cuándo es el momento apropiado para que los niños aprendan a nadar. Sobre este tema hay una gran variedad de opiniones. Para muchos es muy importante que los niños aprendan a nadar desde edades tempranas, pero otros consideran que es necesario desarrollar primero otras habilidades antes de enfrentar los retos de la natación. Creo que en lo que todos debemos estar de acuerdo, es en que es muy necesario y provechoso para el desarrollo infantil aprender a nadar.
Se ha demostrado científicamente que desde los 3 meses de nacidos los bebés están listos para iniciar su relación con el agua y comenzar a desarrollar las primeras destrezas en la natación. Guiados por la mano de profesionales del deporte con experiencia en el trabajo acuático con bebés y niños de edades tempranas (menores de 3 años) se darán los primeros pasos en el aprendizaje de la natación. Es muy importante realizar el inicio de estas actividades orientados y supervisados por personal calificado y certificado en el tema con vistas a evitar riesgos innecesarios y lamentables accidentes, que puedan dejar una experiencia traumática y negativa para los niños y toda la familia.
Aprender a nadar desde temprana edad aporta grandes beneficios para el desarrollo infantil. El contacto con el agua siguiendo instrucciones y permaneciendo en ella por un periodo de tiempo mayor al que se utiliza para el baño diario brinda muchas y nuevas experiencias sensoriales, emocionales, motrices, cognitivas y sociales a los bebés y a los niños que se inician en el aprendizaje de la natación. Además el desarrollo de esta habilidad será una herramienta para sobrevivir y/o ayudar a otros en situaciones de la vida donde pueda experimentarse una situación de peligro en piscinas, mar, o actividades acuáticas en sentido general.
Al entrar el cuerpo en contacto con el agua el cerebro infantil recibe una gran activación a través de todos los analizadores sensoriales. El cuerpo siente las cualidades del agua , hay cambios en la temperatura, se utiliza una ropa apropiada para la actividad, confeccionada con una textura acorde al medio acuoso, los colores utilizados para decorar las áreas de piscinas son muy característicos, la necesidad de flotar surge inminentemente desde que entramos al agua. Muchas son las experiencias sensoriales que estimulan el aumento y la calidad de las conexiones entre los neuronas favoreciendo las interconexiones de todas las áreas del sistema nervioso central.
En el aprendizaje de la natación los niños desarrollan la capacidad de sentirse más seguros y capaces de enfrentar y asumir nuevas situaciones en la vida diaria. El aporte a la autoestima y al desarrollo emocional es muy valioso, el cuerpo y la mente infantil trabajarán en conjunto para perfilar el desarrollo de habilidades en el agua , medio natural al cual no están acostumbrados los niños y donde deben de aprender a desenvolverse de manera práctica y segura.
Es muy importante que todos los niños aprendan a nadar desde las más tempranas etapas de la vida. Compartir estas experiencias con ellos también favorece el desarrollo de conexiones afectivas, lazos de confianza y seguridad entre los miembros de la familia. La estimulación temprana de todas las capacidades, y aptitudes de los niños va a favorecer su desarrollo saludable. Debemos estar conscientes de nuestra responsabilidad en preparar a los niños para un futuro con independencia y habilidades para la vida.
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