Muchas familias se quejan de las reacciones de sus hijos cuando se les niega algo que desean hacer. Durante las reuniones de orientación educativa a la familia nos preguntan cómo hacer para que sus hijos comprendan y respeten el significado de la palabra “NO”. El desarrollo del lenguaje comienza desde que los niños nacen y están expuestos e involucrados en el proceso de la comunicación de todas las personas que los rodean. Durante las primeras etapas de la vida se comienza a desarrollar el lenguaje receptivo, donde los niños incorporan palabras, frases, instrucciones y oraciones como parte de la formación de un vocabulario que de forma receptiva le permite comprender y comunicarse con el medio circundante y las personas que interactúan diariamente con ellos. Los niños comprenden lo que les decimos a través de vías diferentes como: los gestos, las expresiones corporales, el volumen, tono e inflexiones de nuestra voz, las emociones, las frases dirigidas específicamente a ellos durante el momento de la alimentación, el sueño, etc. En los dos primeros años de vida se debe desarrollar el lenguaje receptivo y podemos comprobarlo mediante la comprensión que muestran los niños de lo que les decimos durante la comunicación diaria. Por ejemplo cuando decimos : “que pelota más bonita”, y ellos miran hacia ese objeto; o al preguntar “ dónde está mamá?”, y ellos buscan a la madre con la mirada, o incluso comienzan a producir sonidos y/o sílabas, estas son muestras de que los niños comprenden y responden a la comunicación.
De la misma manera en que los niños comprenden y procesan a nivel intelectual el significado de las palabras desde etapas tempranas de la vida, deben aprender a procesar y obedecer palabras inhibitorias como : “no”, “espera”, “para”, “no se hace”, “no me gusta cuando te portas así”, “no se toca”, “no se golpea”, “no lo tires”, etc. En muchas ocasiones la familia evita usar estas palabras o frases para complacer todo el tiempo a los niños, para evitar que se disgusten y/o lloren, y en algunos casos porque piensan que como son pequeños ya tendrán tiempo de aprender.
Mientras más temprano ofrezcas a tus hijos los patrones educativos apropiados para su crecimiento e inserción social, mejores serán los resultados que obtenga en su vida. Los niños aprenden a comprender el significado de la palabra “no” cuando se les deja saber lo que es posible y/o correcto o no. Muy importante que todos los miembros de la familia actúen de forma unificada, porque si los niños están bajo una influencia educativa discordante nunca comprenderán de qué se trata.
Para usar estas palabras y frases de tipo inhibitorio no hay que gritar, ni molestarse y mucho menos asustar o intimidar a los niños; tan solo con el cambio del tono de la voz, haciendo contacto visual y siendo firme en el acto de lo que se quiere lograr será suficiente. En caso de los niños menores de un año o niños que aún no han logrado desarrollar su lenguaje receptivo al tiempo previsto se pueden usar interjecciones como: “Oh, oh”, y repetirla espaciadamente como alerta de que lo que están haciendo no es aprobado por el adulto.
Es de gran valor e importancia educativa usar frases de reforzamiento positivo cuando muestran acciones, actitudes y comportamientos que deben ser elogiados, dejándoles saber que estamos felices por la efectiva respuesta que aportan en la comunicación. Frases como: “me gusta lo que haces”, “soy feliz cuando te portas bien”, “mereces un beso”, “te felicito”, e incluso aplausos o interjecciones como “yayyyy”.
La intención de este breve artículo sobre un tema tan importante y extenso es que no esperes demasiado tarde para enseñar a tus hijos (nuestros alumnos ) el significado y la comprensión de lo que se puede y es apropiado y de lo que no lo es. Si ustedes,en su responsabilidad como padres no lo hacen , lo hará la vida, pero con mayores dificultades. Eduquemos a nuestros tesoros desde pequeños para que sean hombres y mujeres felices y productivos el día de mañana.
Totalmente de acuerdo,la palabra NO, existe , y hay que enseñarla………👏🏼👏🏼👏🏼🧡👍🧡
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Yo también estoy de acuerdo.Decir que no a los pequeños de manera correcta es una manera de educarlos y de mostrar cuanto nos interesa su comportamiento.
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Muy de acuerdo decir “No” a tiempo nos hace forjar mejores seres humanos.
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